El acto contó con la presencia de familiares, amigos, docentes y estudiantes del reconocido
académico.
Durante más de cinco décadas el destacado profesor de lenguas de la
Universidad Católica de Temuco, Raúl Caamaño Matamala, ha contribuido en
la formación de miles de profesionales que hoy en día son un aporte a la
sociedad. Sin duda, esto se ha podido lograr mediante un trabajo incasable
realizado por un verdadero apasionado y amante de la docencia.
Pedagogías, ingenierías, sociología, periodismo, trabajo social, kinesiología,
entre tantas otras, fueron parte de las carreras donde Raúl Caamaño impartió
su sabiduría en todos estos años. En números, se estima que más de 25 mil
estudiantes de Arica a Punta Arenas han compartido aulas con el destacado
profesor, quienes se contagiaron de su simpatía, buen humor y conocimiento
dentro de las salas de clases.
Es por ello que la UCT, institución a quien Caamaño a entregado muchos
años de educación, quiso destacar su contribución a la formación de
profesionales, con una emotiva ceremonia donde participaron familiares,
amigos, colegas y sin duda que muchos de sus y se desarrolló en el Campus
San Francisco de la casa de estudios, realizando un sentido homenaje al
académico y también columnista temuquense.
A lo anterior, Caamaño agradeció el reconocimiento y agregó que en el futuro
espera seguir haciendo lo que más le gusta. “El aula como siempre lo he
dicho es transformadora, ya que al pasar la puerta de una sala de clases te
cambia el chip debido a que asumes un compromiso aunque sean tres, diez o
cincuenta los alumnos. A veces, he hecho clases a grupos de personas con la
que mantenemos una relación amistosa hasta el día de hoy, también ocurre
lo mismo con los cursos, de capacitación, sindicatos, universidades y
agrupaciones, donde permanecen los vínculos lo que es muy significativo
para mí ”.
¿El retiro?
Raúl Caamaño es profesor de Castellano egresado de la Pontificia
Universidad Católica de Chile (1975), donde ha realizado clases en diferentes
instituciones regionales entre las que destaca el Liceo Nº2 de Pueblo Nuevo,
la Universidad de Temuco, la Universidad de La Frontera y la Universidad
Católica de Temuco, su alma mater.
Es por ello, que muchas personas señalan que después de cinco décadas de
carrera es el momento idóneo para dar un paso al costado y tener un
merecido descanso, más no el “profe Caamaño” (como es conocido por sus
estudiantes), quien no piensa en lo más mínimo en el retiro y espera seguir
en la docencia por muchos años más. “El trabajo de aula sin duda que es
revitalizador, creo que es una vitamina para la vida y yo lo necesito por lo que
voy a seguir haciendo clases y seguiré siendo profesor hasta el último de los
momentos de mi vida, tenga contrato o no tenga contrato, haya campana o
haya libro de clases, porque yo tengo un compromiso con el estudiante y
debo continuar por la misma senda”, justificó.
Quien también estuvo en la ceremonia de homenaje fue Arturo Hernández,
Decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la UCT y
también amigo personal de Raúl Caamaño durante más de 50 años, quien
destacó el legado de su compañero en todo este tiempo. “Particularmente con
el profesor Caamaño nos conocemos del año 1971 donde llegamos a estudiar
y posteriormente trabajar juntos. Ha sido una vida compartida con mi querido
amigo Raúl y estoy muy contento de que tan espontáneamente se le haya
realizado esta ceremonia de reconocimiento con un auditórium
completamente lleno de gente”.
Por su parte la Prorrectora de la Universidad Católica de Temuco, Marcela
Momberg, señaló que es muy importante que la institución reconozca y
valorice la labor de sus académicos y funcionarios. “Sin duda que es muy
importante el trabajo que ha realizado el profesor Caamaño, ya que en la
Universidad Católica de Temuco formamos personas más allá de las
disciplinas en el área técnica y profesional. Él ha sido un fiel reflejo en formar
personas al servicio de la región y el país, lo que se puede ver en el
reconcomiendo que ellos mismos le acaban de brindar”, cerró.
Sin duda que este fue un emotivo hito en la vida de Raúl Caamaño Matamala
que no significa un punto final a su carrera académica, más bien, un punto
seguido para continuar en lo que más anhela; la docencia, donde espera
continuar con su legado por mucho tiempo más, contribuyendo a la formación
de nuevas personas en la región de La Araucanía.