Dos títulos nacionales, uno asiático y dos europeos, son parte del listado de películas, series y cortometrajes que recomienda el coordinador de la carrera de Animación Digital de la Universidad Mayor sede Temuco, Carlos Laporte, para disfrutar en familia durante estas vacaciones de invierno.
Clásicos como “Ponyo, el secreto de la sirenita” de Hayao Miyazaki para el estudio de animación japonés Studio Ghibli, y la ganadora del Óscar a Mejor Película Animada de 2006: “Wallace y Gromit: La batalla de los vegetales”, dirigida por Nick Park para DreamWorks, destacan en la lista.
Las aventuras de un pequeño aspirante a chamán en “Pachamama”, y las nacionales: “Puerto Papel” y “Camanchango”, completan las recomendaciones que pueden ser vistas en diversas plataformas en línea como la popular Netflix o en Ondamedia y en el canal infantil del CNTV.
Contenido infantil
Debido a la llegada de las plataformas de streaming, dice el académico, “aumentó significativamente la oferta de material animado, visualizándose mucho contenido estadounidense y europeo”. Pero, es muy poca la oferta de películas de América Latina por su alto costo, “a diferencia de las series de las cuales hay gran cantidad y la mayoría para público infantil”, aclara.
Sin embargo, hoy —añade el especialista— comienzan a aparecer más vías de distribución como los canales públicos de televisión infantil como Pakapaka (Argentina), Señal Colombia, Mundo Gloob (Brasil), y TV Educa Chile, además de la oferta de canales streaming de contenido nacional como Ondamedia y CNTV Infantil. “Todas estas gratuitas, además de plataformas de pago como Netflix y Disney”, explica.
Hacia dónde va la industria
En cuanto al cine, Laporte dice que, debido a los altos costos de producción de un largometraje animado, en Chile solo existen “emprendimientos quijotescos”, como: “Ogú y Mampato en Rapa Nui”, “Papelucho y el marciano” y la película de “Los pulentos”. “Ahora estamos esperando el estreno de ‘Nahuel y el libro mágico’, que entraría en la calificación de animación familiar”, precisa.
Sobre las series, el docente U. Mayor señala que “hubo una época de oro en la TV abierta de los 80 y 90, pero con el avance de la televisión por cable los canales perdieron el interés en el público infantil , dejando morir espacios que por muchos años entregaron una buena parrilla de animación más que nada japonesa, de anime”.
En ese sentido, la TV por cable popularizó las producciones de series cartoon en canales como Cartoon Network, Nickelodeon y Disney, la mayoría de factura estadounidense.
Entonces, ¿hacia dónde avanza la industria nacional?
“Hoy en día la aparición de los canales públicos y plataformas en línea ha producido una demanda de contenido local. Junto a esto, se ha generado una marcada tendencia hacia la co-producción de series y películas entre distintos países del continente, otorgándonos mayores posibilidades para la producción de contenido y dándonos la oportunidad de también intercambiar conocimientos para potenciar la industria local”, destaca Laporte.
Finalmente, sostiene el académico, el evento que determinará un antes y un después en diversos escenarios y que está transformando, radicalmente, la relación de los niños con la pantalla, es la pandemia: “Aumentando la demanda de contenido novedosos de forma exponencial, lo que ubica a la industria audiovisual en una posición inédita en la historia y me imagino, siendo precavido en estos tiempos líquidos, que es una gran oportunidad para comenzar a pensarnos como sociedad, partiendo por reflexionar qué historias les contaremos a nuestros niños”, concluye.
Wallace y Gromit: La batalla de los vegetales