Esta vez el protagonista fue Agustín Cañiulef, primer bailarín del Teatro Municipal de Santiago y Premio Altazor 2009 de Artes Escénicas, quien compartió con los asistentes no sólo su historia sino también su danza.
Relató que fue la discriminación que sintió cuando niño lo que despertó en él la curiosidad por conocer más de su apellido y de sus orígenes. Básicamente porque su vida se desarrolló con la ciudad.
Activo participantes de los talleres artísticos del colegio, fue durante una visita al Teatro Municipal donde vio el ballet y sentenció que eso era lo que él quería: “bailaría así, con esa fuerza y elegancia”.
Las cosas no se le dieron tan fáciles. Su familia tenía todas las esperanzas puestas en que él estudiara una carrera tradicional. No obstante, él insistió una y otra vez, y pese a que empezó a edad tardía (18 años), el sitial que hoy ocupa demuestran que lo suyo era definitivamente el ballet clásico.
Hoy, nuevamente sintió el llamado de su sangre. Se está acercando más a su cultura y todo con un objetivo: fusionar la danza clásica con la mapuche, con absoluto respeto y alejado de lo burdo.
En la próxima jornada –que se realizará el 22 de junio, de las 17 horas en el Auditorio Juan Pablo Laporte-, los asistentes podrán dialogar con Claudia Huaquimilla, cineasta premiada recientemente en el Festival de Cine de Valdivia, por la película “Mala Junta”.