Experto en micología de la Universidad Santo Tomás Temuco: “En Chile tenemos a uno de los hongos más venenosos del mundo: el amanita phalloides”

    El hongo produce daño hepático, renal y no hay tratamiento específico, solo
    paliativos. Se distribuyen desde la zona central del país hasta la zona sur.
    Más de 500 especies de hongos pueden causar daño en el hombre y animales. El
    doctor Víctor Silva, profesor titular y director de carrera Tecnología Médica de la
    Universidad Santo Tomás Temuco, especialista en Micología Médica Institut
    Pasteur de Francia, Paris, explica las implicancias de informarse al respecto.
    Debido al incremento sostenido a nivel global -desde hace 30 años- de las
    infecciones graves causadas por hongos, la Organización Mundial de Salud
    (OMS) emitió un documento que menciona a los hongos patógenos (dañinos)
    prioritarios para guiar las investigaciones, desarrollo y acciones coordinadas de
    salud pública para los países miembros.
    Según explicó Víctor Silva, “en la actualidad se conocen cerca de 100.000
    especies de hongos, que corresponden a menos del 10% del total de hongos que
    se estima existirían en naturaleza. Muchos son benéficos para el hombre, algunos
    nos ayudan con la fermentación del pan o cerveza, confección de quesos, otros
    han generado antibióticos contra bacterias y contra hongos patógenos y otros
    presentan actividad biológica con gran potencial para control de plagas,
    antinflamatorios y antioxidantes, entre otros usos. Por su forma, reconocemos los
    hongos levaduriformes que son unicelulares y los hongos filamentosos que
    producen hifas. Sin embargo, un grupo de más de 500 especies de hongos
    pueden causar daño en el hombre y animales, provocando desde enfermedades
    simples a cuadros mortales”.
    Silva agregó que “la mayoría de los hongos silvestres que hay en Chile son
    benéficos. Sin embargo, hay un pequeño grupo, principalmente los que tienen
    setas o sombreros, que son tóxicos”.
    "Tenemos muchos hongos comestibles como el changle, digüeñe y otros seguros.
    Ninguno tiene sombrero. Pero entre los con setas tenemos a uno de los más

    venenosos del mundo: el amanita phalloides, con una tasa de mortalidad del 50%.
    Produce daño hepático, renal y no hay tratamiento específico, solo paliativos. Se
    distribuyen desde la zona central del país hasta la zona sur".
    Silva aclaró que “las enfermedades que causan los hongos son “Micetismo” o
    envenenamiento por comer hongos silvestres venenosos, “Micotoxicosis” o
    intoxicación por comer alimentos contaminados con toxinas fúngicas,
    “Hipersensibilidad” o alergias a los antígenos de hongos y las “Micosis” o
    infecciones por hongos. Según algunos estudios, se estima que anualmente los
    hongos causan la muerte de 1,6 millones de personas y se reporta cada año
    mayor resistencia de los hongos a los tratamientos”.
    Por este motivo, es de suma importancia conocer el documento entregado por la
    OMS donde se señalan los hongos peligrosos que incluso pueden causar la
    muerte.
    “De este total de hongos, en el país y en la Región de La Araucanía, tenemos a 14
    de ellos como organismos autóctonos. Los otros hongos que habitan en
    determinados países, con mayor o menor frecuencia, se aíslan de infecciones
    graves en personas que han viajado al extranjero o de migrantes que se han
    infectado en las zonas endémicas donde habitan algunos de estos hongos
    patógenos” afirmó el Tecnólogo Médico.
    ¿Cómo tratar una enfermedad producida por hongos?
    Según comentó Víctor Silva, “algunas de las micosis sistémicas o invasoras,
    presentan altas tasas de mortalidad, especialmente en pacientes con estados de
    inmunodepresión y su diagnóstico con tratamiento oportuno, representa un desafío
    importante para el equipo de salud. Ante la sospecha clínica de una infección por
    hongos, las estrategias que se usan en los centros de salud son especiales para
    detectar a estos hongos e incluyen métodos de toma de muestra, procesamiento
    en el laboratorio de microbiología para la detección, aislamiento e identificación del
    hongo, así como la evaluación de su patrón de sensibilidad antifúngica in vitro
    para ver que medicamento puede ser usado por el equipo clínico. El trabajo
    interdisciplinario que suma las competencias profesionales del Médico, Enfermería
    y en especial del Tecnólogo Médico de Laboratorio Clínico especialista en
    Microbiología, es clave para detectar e identificar al agente etiológico de la micosis
    para que el paciente reciba en forma rápida y oportuna el tratamiento antifúngico
    específico que favorece la sobrevida del paciente” puntualizó.