Esta semana se dio a conocer un estudio Cadem, cuyas cifras advierten que la construcción ha sido uno de los sectores más afectados por la pandemia. Tanto así que del total de los encuestados, el 37% declaró estar trabajando, mientras que el 32% dijo haber sido desvinculado en este periodo.
En total fueron mil los trabajadores del rubro encuestados el pasado 01 de agosto, donde el desglose de las cifras muestra que en la Región Metropolitana el 22% se encuentra ocupado, 42% suspendido —bajo Ley de Protección al Empleo— y 36% cesante.
En regiones, en tanto, los números revelan que el 56, 18 y 26 por ciento, atraviesa la misma situación, respectivamente.
Para Carlos Berner, director de la Escuela de Ingeniería en Construcción de la Universidad Mayor sede Temuco, los resultados están en línea con lo observado en este tiempo de pandemia.
“La fuerza laboral del sector construcción se ha visto muy afectada, principalmente por la paralización de obras. Esto es más fuerte en la Región Metropolitana, debido a que hay comunas que han estado muchas semanas en cuarentena, pero se replica en mayor o menor grado en todas las regiones del país”, explica.
A su juicio, lo que más preocupa es el alto nivel de desempleo, donde un 63% de los encuestados declara estar cesante o en estado de suspensión laboral, revelando una gran pérdida de puestos de trabajo.
Asimismo, el 84% dice haber sufrido una disminución de sus ingresos. Al mismo tiempo, la principal preocupación de contagio está en el traslado al trabajo o al momento de hacer compras o trámites. “Solo un 13% de los encuestados estima que el riesgo de contagio está en la obra, lo cual habla muy bien de los protocoles sanitarios implementados por las empresas constructoras”, dice Berner.
Por otra parte, un 77% está de acuerdo en que se decrete a la construcción como una actividad esencial, lo cual permitiría continuar con las obras y que los trabajadores pudieran acudir a sus lugares de trabajo independiente de una cuarentena.
“Hay cifras interesantes en el sentido de la disposición de los trabajadores en aportar a la reactivación. El 88% de ellos está de acuerdo, cumpliendo las correspondientes normas sanitarias, en que las constructoras puedan retomar las obras”, añade el académico.
En La Araucanía
La Región no está ajena a la realidad nacional, registrándose una pérdida significativa de puestos de trabajo durante la pandemia, siendo construcción el sector productivo más golpeado. “En el semestre marzo-mayo, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Empleo del INE, se reportaron alrededor de 25 mil 700 personas trabajando en la industria de la construcción en La Araucanía, 26 mil menos que en el mismo trimestre del año anterior”, detalla Berner.
Sin embargo, y luego de ser por varias semanas la comuna con mayor cantidad de contagios, sometiéndose a una cuarentena de varios días, agrega el experto, “ha logrado mantener estable una baja tasa de contagios, lo cual le ha permitido llegar al paso 4 en el plan del ministerio de Salud. Se ha demostrado que, manteniendo las medidas sanitarias correspondientes, se puede conjugar el cuidado de la salud de las personas con la reactivación de la economía (comercio y actividades productivas)”.
—¿Hacia dónde deberían seguir apuntando las medidas?
—Primero, a seguir protegiendo la salud de las personas. Para ello son muy importantes las medidas sanitarias que han instaurado las empresas constructoras, al alero del Protocolo Sanitario de la Cámara Chilena de la Construcción. Un gran paso sería que el Gobierno declare a la construcción como actividad esencial, para que las obras puedan continuar incluso en caso de cuarentena. Por otra parte, es muy importante el aporte a la reactivación de la industria que pueda hacer el sector público, inyectando recursos en la licitación de nuevos proyectos, que generen puestos de trabajo. En el ámbito general, es muy relevante continuar con el desconfinamiento paulatino para activar todos los sectores de la economía, incluido el tan alicaído comercio y sector gastronómico. Siempre, por supuesto, resguardando las medidas sanitarias y apelando a la responsabilidad de las personas.
—¿Cómo se puede enfrentar el miedo que sienten las personas por eventuales contagios versus la necesidad de volver al trabajo?
—Seguir manteniendo y reforzando las medidas de seguridad sanitaria en las obras, pero por sobre todo tratando de aumentar la seguridad en los traslados desde sus hogares a los puntos de trabajo. La encuesta Cadem muestra que, si se cumplen todas las medidas sanitarias, el 88% de los trabajadores está de acuerdo con que se retomen las obras. Y, como ya se mencionó, solo un 13% estima que el mayor riesgo de contagio está en la obra, frente a un 55% que piensa que el peligro está en el traslado al trabajo.