Más de una veintena de estudiantes de los últimos años de la carrera de Medicina de la Universidad Mayor sede Temuco, se encuentran actualmente trabajando como voluntarios en el Hospital de Pitrufquén, donde ayudan a paliar los efectos que ha provocado la pandemia en los distintos centros hospitalarios, por la falta de personal de salud para atender las distintas patologías.
Susana Vidal, estudiante de último año de la carrera, quien hizo su voluntariado en la Unidad de Tratamiento Crítico, comenta cómo se gestó esta iniciativa en medio de la emergencia sanitaria por Covid-19.
“El hospital solicitó internos de medicina durante las últimas semanas de marzo con el fin de poder ayudar a manejar pacientes hospitalizados, ya que todos los médicos generales estaban solo en Urgencias, entonces nosotros nos dedicamos exclusivamente a ver pacientes hospitalizados”, aclara la voluntaria.
Dentro de las labores que cumplen día a día, se encuentran evaluar pacientes, entregar indicaciones y hacer acompañamiento, entre otras.
Bernardita Casanova, estudiante de sexto año de la carrera y voluntaria del mismo recinto hospitalario, cuenta que estuvo encargada de una sala de medicina con tres a cuatro pacientes. “Había que examinarlos diariamente, revisar exámenes pendientes, verificar hoja de enfermería, realizar el plan de tratamiento y ver si era necesaria alguna modificación en el plan, solicitar exámenes en caso que fuera necesario. Todo esto avalado por los médicos a cargo”, indica.
Vocación de servicio
Respecto a la experiencia de ser voluntarias en un recinto hospitalario durante esta pandemia, ambas estudiantes coinciden que han aprendido de esta situación que las tiene dentro de la primera línea de la salud.
“Como crecimiento personal, ha sido excelente, se aprende día a día de todo, igual siempre se debe asumir la responsabilidad con los pacientes, por lo que es importante volver a repasar varios temas o actualizarse, en estos momentos estamos siendo médicos, y es bueno saber que el personal acepta nuestras indicaciones y todos estamos ahí por el paciente”, señala Vidal.
Por su parte, Casanova destaca que esta experiencia ha confirmado su vocación de servicio. “Fue una experiencia súper enriquecedora. En lo académico enfrentarse a los pacientes, ponerse a prueba para dar lo mejor de uno, y ver que ellos se dan cuenta de eso es genial. Confirma la vocación por la cual decidí estudiar medicina”, concluye.