Por Rosemarie Junge, Rectora de Santo Tomás Temuco
Uno de los mayores desafíos que enfrentan las instituciones de educación superior en la
actualidad es garantizar el bienestar integral de sus estudiantes. En Santo Tomás
Temuco, estamos profundamente convencidos de que el éxito académico y personal de
nuestros estudiantes no depende únicamente de lo que aprenden dentro del aula, sino
también de cómo nos preocupamos por su bienestar emocional, físico y social. El
bienestar estudiantil es, sin duda, un componente fundamental en la formación integral
que promovemos en nuestra institución.
La vida universitaria, aunque llena de oportunidades, también implica enfrentar una serie
de retos y presiones. Muchos de nuestros estudiantes deben equilibrar sus estudios con
otras responsabilidades, como trabajos, familias o situaciones personales complejas.
Otros, al ser jóvenes que se alejan de sus hogares por primera vez, deben adaptarse a
nuevas realidades y, a menudo, enfrentan el estrés que puede generar el proceso de
adaptación. Por ello, como institución educativa, tenemos la responsabilidad de crear un
ambiente que apoye su desarrollo en todos los aspectos de su vida, brindándoles las
herramientas necesarias para enfrentar de manera saludable los desafíos que la vida
universitaria presenta.
En este contexto, debemos reflexionar sobre las acciones que debemos impulsar para
asegurar que nuestros estudiantes no solo logren su éxito académico, sino que también
se sientan acompañados, valorados y cuidados.
En primer lugar, es crucial ofrecer espacios de apoyo psicológico y emocional. La salud
mental es un tema prioritario en el bienestar estudiantil, y sabemos que los estudiantes
enfrentan diversos factores de estrés, ansiedad o incluso depresión que pueden afectar
su rendimiento académico y su calidad de vida. Por ello, fortalecer los servicios de
orientación psicológica, que ya están disponibles en nuestra institución, es una de
nuestras prioridades. Además, debemos promover una cultura que elimine el estigma
asociado a la búsqueda de apoyo emocional, para que nuestros estudiantes se sientan
cómodos al acudir a estos servicios sin miedo ni vergüenza.
Otra de las áreas esenciales es el bienestar físico. El cuidado de la salud física está
estrechamente relacionado con la salud mental y el rendimiento académico. Por eso,
necesitamos seguir promoviendo hábitos saludables entre nuestros estudiantes, como la
actividad física regular, una alimentación equilibrada y el manejo del estrés. En este
sentido, contamos con programas deportivos y recreativos que permiten a los estudiantes
disfrutar de espacios para desconectar y practicar actividades físicas, pero debemos
seguir ampliando estas opciones, dado los nuevos intereses de la juventud.
La inclusión social también juega un papel fundamental en el bienestar estudiantil. En un
entorno diverso como el de nuestra universidad, es esencial fomentar la integración de
todos los estudiantes, independientemente de su origen, su identidad o sus
circunstancias. Impulsar una cultura de respeto, empatía y apoyo mutuo entre
estudiantes, docentes y colaboradores, es vital para que todos se sientan parte de una
comunidad que los valora y respeta.
El bienestar estudiantil es, sin lugar a dudas, un pilar esencial en la formación integral que
buscamos ofrecer. Nuestro compromiso es seguir impulsando iniciativas que promuevan
el equilibrio emocional, físico y académico de nuestros estudiantes, creando un ambiente
universitario donde cada uno de ellos pueda desarrollarse plenamente.