El vicerrector Académico, Dr. Hernán Viguera, también destacó el gran esfuerzo de cada uno de los docentes.
Fueron ocho académicos de la U. Autónoma de Temuco los que recibieron esta distinción en las categorías de docente Titular y Asociado.
En un acto de reconocimiento a la excelencia académica, la Universidad Autónoma de Temuco ha distinguido a ocho de sus destacados docentes con jerarquías académicas en las categorías de Titular y Asociados. Esta distinción no solo enaltece el trabajo de los docentes, sino que también refuerza el compromiso de la institución en mejorar la calidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje para todos los estudiantes.
La jerarquización académica es un proceso significativo dentro de la carrera profesional de cada académico, ya que implica una evaluación detallada para reconocer la trayectoria académica y profesional de aquellos que contribuyen de manera sobresaliente al desarrollo de la institución educativa.
“Detrás de este reconocimiento hay un arduo trabajo, que no solo involucra a los galardonados, sino también a las familias que, de alguna manera, sacrifican su tiempo. Desde la elaboración de la tesis doctoral hasta la publicación y la obtención de Fondos de Investigación como el Fondecyt; cada paso implica un esfuerzo que gradualmente va consumiendo parte de la vida. Este proceso es inherente a la construcción de una carrera académica y al desarrollo profesional que elegimos seguir”, aseveró el Dr. Hernán Viguera, vicerrector Académico de la Universidad Autónoma de Chile.
Reconocimiento
Entre los docentes reconocidos con jerarquía académica en la categoría «Titular» se encuentran el Dr. Carlos Esse Herrera, el Dr. Juan Jorge Faúndes Peñafiel y el Dr. Emilio Guerra Bugueño. Por otro lado, en la categoría «Asociado» fueron distinguidos el Sr. Roberto Lagos Hernández, la Dra. Pilar Valenzuela Retting, el Dr. Pablo Müller Ferres, el Dr. Eduardo Sandoval Obando y el Dr. Humberto Ramírez Carrasco.
“Es un logro destacado, un desafío superado; me siento también agradecida por el reconocimiento otorgado por la institución. Considero que esta distinción es de gran relevancia, y es gratificante ser reconocida entre los nominados. Aspiro a que más mujeres alcancen este tipo de reconocimientos en sus trayectorias académicas”, declaró la Dra. Valenzuela, académica investigadora de la Facultad de Educación.
Por su parte, el Dr. Carlos Esse, director del Instituto Iberoamericano de Desarrollo Sostenible (IIDS), sinceró que es un momento histórico para la universidad, porque este reconocimiento marca un precedente dentro de la casa de estudios, por ejemplo, con la “la madurez institucional, mística institucional y de procesos que son reconocidos a nivel mundial”, dijo.
Asimismo, añadió: “El esfuerzo conjunto que aportamos agrega valor a la institución. Ser reconocido en un evento de esta magnitud, junto a colegas académicos y autoridades universitarias, refleja una notable madurez institucional. Estoy feliz y agradecido con mi familia y mis colegas por su apoyo incondicional”.
Origen y relevancia
El ritual de jerarquización académica tiene sus raíces en las instituciones más antiguas, como la Universidad de Bolonia, fundada en 1088, donde se estableció un proceso para evaluar las cualidades de los académicos y determinar quiénes tenían el privilegio de enseñar a otros. Con el paso del tiempo, esta tradición se expandió a instituciones como la Sorbonne, Oxford y Cambridge, y más tarde influyó en la cultura iberoamericana, de la cual somos herederos. En esta línea, la Universidad de Salamanca se sumó a la idea de jerarquizar a los docentes en base a su esfuerzo y mérito.
“Lo que hemos vivido es un reconocimiento a un currículo implacable, a una trayectoria intachable y, por cierto, a una conducción de la institución que agradecemos en todo lo que valen. Los ocho académicos son un testimonio de lo que se puede lograr cuando se combina talento, compromiso y perseverancia”, enfatizó el Dr. Emilio Guerra, vicerrector de la Universidad Autónoma de Chile.
Cabe destacar que la jerarquización académica proporciona a los profesores un marco estructurado para crecer y mejorar, a través de un sistema que establece reglas y normas de calidad, cuyo sistema facilita a los docentes llevar a cabo sus labores de enseñanza e investigación alineados con los objetivos institucionales y el plan estratégico de desarrollo de la universidad.