Se trata de un acto simbólico que indica que las jóvenes ya cuentan con la preparación necesaria para aportar y enriquecer aún más su formación.
En la ocasión, la directora de Carreras, Marianne Boelken, dijo que esta es una de las ceremonias más relevantes y tradicionales, porque ser el punto de partida del proceso de práctica profesional de las alumnas.
“Lo relevante es que con ella le damos un respaldo y un acompañamiento desde la docencia y también desde la familia. Es por eso que han acudido familiares que vienen desde distintos lugares del país”, puntualizó.
Recordó que la práctica es un período de más autonomía profesional, aun cuando las alumnas siguen recibiendo apoyo tutorial a través de una supervisora que las ayuda a reflexionar y apoya su proceso para obtener los mejores resultados.
Finalizada la ceremonia, la directora señaló que la Carrera ha ganado un posicionamiento relevante en el medio profesional. “Tenemos una amplia empleabilidad. Prácticamente el 100 por ciento de nuestras estudiantes encuentran empleo en los primeros 4 ó 5 meses del egreso y la verdad es que estamos satisfechos, ya que la percepción que viene desde el medio profesional, desde las direcciones de los establecimientos, es muy favorable”, concluyó.