El incendio que afectó el año pasado al Mercado Municipal de Temuco derribó gran parte de un ícono de la ciudad y se llevó consigo buena parte de la historia del centro de la ciudad de Temuco.
Solo quedaron las fachadas del centro de abastos construido en 1929 y una gran pregunta: ¿Cómo debe ser y qué debe tener el nuevo mercado?
Esas interrogantes buscó dilucidar Camilo Aspeny (24), estudiante de arquitectura de la Universidad Mayor Temuco que ganó el Concurso Nacional de Proyectos de Pregrado de la organización Arquitectura Caliente, un premio a los mejores trabajos de taller en las universidades nacionales.
Con su propuesta para reconstruir el Mercado Municipal de Temuco dice haber querido abordar “un eje fundamental de Temuco” y pasar página de “esa escena del mercado incendiándose de noche, con todo iluminado por el fuego. Esa situación tan trágica marca lo que viene después en cuanto a desarrollo proyectual. Eso es lo que inspira para este lugar tan importante”.
Aspeny ha vivido toda su vida en Temuco y por ende “como todo temuquense, se sabe qué es el mercado para la ciudad. Era el último bastión que quedaba de identidad regional, del aporte cultural de mapuches y de colonos. Era el último ícono, porque esta ciudad se ha construido prácticamente desde cero”.
El proyecto tuvo en cuenta dos factores. Uno de ellos fue la premura por reconstruir en un tiempo limitado para que quienes tenían su fuente laboral en el mercado pudiesen retomar pronto sus funciones. Por lo mismo, el proyecto de Aspeny determinó trabajar en hormigón con un 96% del total en piezas prefabricadas para montar en el lugar.
El segundo fue recoger la demanda ciudadana de mantener en pie la actual fachada. Aquí hay un punto de inflexión, ya que Aspeny propone “dar una vuelta al afán restauracionista y guardar esto de una manera diferente. Una obra tiene fecha de nacimiento y una de muerte y en este caso la idea busca dejar este vestigio como testimonio de lo que fue el mercado”.
De esta manera, el nuevo mercado dejaría un corredor entre la fachada antigua y una nueva fachada, un mercado nuevo dentro del marco que otorgan las ruinas. Ese hipotético nuevo mercado sería “más iluminado y no un lugar lúgubre y de laberintos como era el mercado cuando se quemó”, afirma.
El director de la Escuela de Arquitectura y profesor guía en este proyecto, Gonzalo Verdugo, junto con destacar que el proyecto combina muy bien la fachada antigua con lo contemporáneo, considera que este premio “es un tremendo logro y un honor porque en este concurso participan las mejores escuelas de Chile con sus estudiantes y con lo que hacen en sus talleres. En ese contexto, Camilo ganó en el nivel más alto, de 4 y 5to año. Eso nos permite entender que nuestros futuros arquitectos están trabajando a un nivel muy importante en el concierto nacional”.