Este parásito que habría ingresado desde Argentina a mediados de los noventa, ataca el ganado bovino chileno generando diversas molestias que derivan en pérdida de peso, y las consiguientes pérdidas económicas para sus propietarios.
Carlos Lüders, doctor en Ciencias Biológicas y Veterinarias de la Universidad Católica de Temuco, quien lidera desde el año 2014 un proyecto para crear el primer fitofármaco biodegradable que permita combatir esta parasitosis, precisó que ya lograron identificar dos especies vegetales que podrían reemplazar los químicos actualmente en uso para combatir la plaga.
La búsqueda terminó con la selección de siete especies vegetales: canelo, menta, melia, paraíso, toronjil, boldo y eucaliptus, pero, sólo los dos últimos pasaron a la segunda etapa de la investigación, cuyo financiamiento lo entregó la Fundación para la Innovación Agraria (FIA)
Tras varios años de trabajo, se ha logrado que el repelente de boldo tenga una duración de al menos 48 a 72 horas en los animales, tiempo menor al de las alternativas químicas, pero que se complementa con los beneficios de sustentabilidad, estimándose que superadas todas las pruebas y certificaciones, salga al mercado el año 2019.