Lis Bravo alumna de superior 2 de chino mandarín de la entidad educativa
hizo gala de un gran talento musical y excelente pronunciación que la
hicieron merecedora del máximo premio en el certamen.
Con la canción但愿人长久 (Dàn yuàn rén cháng jiǔ), “Que las personas vivan
mucho tiempo”, Lis Bravo, estudiante temuquense de chino mandarín del Instituto
Confucio Santo Tomás (IC ST), demostró su dedicación y talento al ganar la
categoría “Grupo Chileno” en el Festival Water Cube Cup 2024 Chile, organizado
por la Embajada de la R.P. China en Chile y la Academia Yige.
La competencia inicial tuvo 16 participantes de su categoría, de los cuales, tres
fueron los finalistas seleccionados para la presentación en vivo que se efectuó
este domingo 27 de mayo en el teatro Nescafé de las Artes.
El evento tuvo dos categorías más en donde los premiados fueron, en Infantil:
Zhou Longyue y en adultos: Gan Yunliang. Además, en la ocasión hubo shows
artísticos y expresiones culturales típicas chinas.
Para ahondar más en su experiencia se entrevistó a Lis, para conocer su
experiencia en el concurso, su trayectoria en el estudio del mandarín y sus logros
musicales.
¿Cómo fue tu experiencia en el Water Cube Cup 2024? ¿Qué significó para ti
ganar en tu categoría?
Me gustó el evento porque pude sumergirme un poco en la cultura china, ya que
habían principalmente familias chinas participando. También pude conocer a
algunas personas y hacer contactos. Estoy muy feliz de haber ganado; vine con la
mentalidad que nada está asegurado y que todo depende de quienes te evalúen,
así que mi expectativa era hacerlo lo mejor posible y disfrutar la experiencia. Pero
por supuesto ganar es genial, se siente muy bien también porque el hecho de vivir
en Temuco y tener que viajar ambos fines de semana fue un esfuerzo de toda la
familia, pero al final valió la pena.
Lis, cuéntanos sobre tu viaje en el mundo del chino mandarín. ¿Cuánto
tiempo llevas estudiando y qué te impulsó a aprender este idioma?
Soy profesora particular de inglés, pero mi pasión por los idiomas me llevó a
explorar el chino mandarín en la universidad en 2014, debido a que, durante un intercambio en Bellingham, Washington, conocí a un estudiante chino que me
introdujo brevemente a los caracteres y las frases chinas. Desde entonces, supe
que quería sumergirme en este fascinante idioma. En 2020, decidí retomar mis
estudios en el Instituto Confucio Santo Tomás. En total, he dedicado cinco años
formalmente al estudio del idioma.
¿Qué ventajas crees que te ha dado aprender chino mandarín?
Estudiar chino mandarín ha sido una experiencia enriquecedora en muchos
aspectos. Además del desarrollo cerebral que ofrece cualquier nuevo idioma, el
chino, con su singularidad y diferencia con los idiomas occidentales, me ha
permitido acceder gradualmente a información en chino, disfrutar de series y
canciones, e incluso ampliar mi círculo social.
¿Cómo ha sido tu experiencia estudiando en el Instituto Confucio Santo
Tomás?
Estudiar en instituto ha sido genial, ya que la comunidad es muy viva y activa,
siempre se comparten los eventos y concursos, lo que le ha permitido ya participar
en tres concursos, uno de recitación, uno de discurso, y ahora uno de canto.
También aprecio mucho que los profesores chinos son muy amables para
apoyarnos y logran ayudarnos a avanzar en nuestra pronunciación y capacidad de
escucha. Me gusta mucho que desde cierto nivel se hable todo en chino porque
ahora me encanta entender casi toda la clase en chino. Quiero dar un
agradecimiento especial a la profe Sun Jiaqi que en los últimos dos concursos me
apoyó activa y desinteresadamente.
Además de tu éxito en el mandarín, ¿podrías contarnos un poco sobre tu
carrera musical?
La música ha sido una parte integral de mi vida desde una edad temprana.
Comencé a tocar el violín a los 8 años y desde entonces he estado involucrada en
diversas actividades musicales, desde orquestas hasta grupos de música celta y
chilota. También he incursionado en el canto, participando en festivales y
grabando mis propias composiciones en inglés. Mi formación musical ha sido una
fuente constante de inspiración y creatividad, complementando mi pasión por el
idioma chino y enriqueciendo mi experiencia cultural.