Un 50% de quienes padecen esta enfermedad reciben tratamiento, pero solo la
mitad muestra una mejoría.
Un 74% de la población adulta en Chile, tiene sobrepeso u obesidad, según los
antecedentes que dispone el Ministerio de Salud. La cifra explicita un problema que va más
allá de lo estético, pues está asociada a otras enfermedades graves.
La literatura precisa que un 43% de quienes buscan tratamiento para perder peso,
experimentan recurrentemente atracones de comida, esta es una conducta alimentaria
alterada que la académica de la carrera de Psicología de la Universidad Católica de
Temuco, Neli Escandón, define como “una sobre ingesta de alimentos, en la que las
personas pierden el control con la comida, llegando a consumirla incluso hasta sentir un
malestar físico”.
La docente explicó que los atracones tienen una alta prevalencia, incluso mayor a la de
otras alteraciones de la conducta alimentaria más conocidas, como la anorexia y la bulimia,
pero que actualmente no son visibilizados, ni tratados de manera eficaz debido a diferentes
factores.
“Pasa que muchas veces este trastorno se pasa por alto o no se identifica en el sistema de
salud, los mismos pacientes no lo externalizan por vergüenza, o simplemente no lo asocian
a una patología; sino que piensan que es algo más simple, como la glotonería. Ambos
factores nos llevan a lo mismo: perpetúan el problema, dejando consecuencias graves a
nivel físico y psicológico”, puntualizó.
La académica añadió que si bien, hoy existen tratamientos psicoterapéuticos para este
trastorno de la conducta alimentaria, la literatura da cuenta que existe una falta de
diagnóstico y una baja efectividad en la resolución del problema, lo que lleva a la necesidad
de estudiar un tratamiento más eficaz, que incorpore factores socioemocionales con los
pacientes.
Protocolo de intervención
Neli Escandón es doctora y magíster en Psicología Clínica y de la Salud. Su línea de
investigación está centrada en la conducta alimentaria e imagen corporal, interés que en
2022 la llevó a adjudicarse un proyecto Fondecyt, con el que busca relevar el trastorno por
atracón. El objetico es desarrollar un protocolo de intervención psicológico, que visibilice y
aborde esta psicopatología de manera funcional, permitiendo a los pacientes identificar la
conducta y remediarla.
A través de la revisión de la literatura, la académica de la UCT ha logrado esclarecer que un
50% de quienes padecen esta enfermedad acceden a un tratamiento, y de esta cifra, tan
sólo la mitad (es decir, un 25% del total), demuestra alguna mejoría, lo que da cuenta que
aproximadamente tres de cada cuatro afectados no pueden solucionar su problema.
En la fase inicial del proyecto adjudicado, la docente trabajará con 400 personas mayores
de edad del país, que presenten sobrepeso y atracones de comida de manera recurrente (al
menos tres en el último mes). A partir de ese grupo, estudiará variables emocionales que
parezcan intervenir en este fenómeno, las que ayudarán a la construcción de un protocolo de intervención interdisciplinario, a través de diferentes ayudas ejecutadas por profesionales de la nutrición.
“Será un estudio transversal de personas que presentan atracones, analizando factores
emocionales que influyen en este tipo de conductas; las que servirán de insumo para una
segunda etapa, diseñando una intervención, acompañada de una extensa revisión de
literatura al respecto, llevando al pilotaje de esta intervención”, detalló la investigadora.