“En el Hospital Clínico Veterinario de Vilcún, nuestros estudiantes desarrollan todas las actividades que tienen relación con el manejo y la salud de especies mayores”, dice la Dra. Daniela Poo, directora de la carrera de Medicina Veterinaria de la Universidad Mayor sede Temuco.
El recinto emplazado en el Fundo La Guitarra en Vilcún permite, además, el desarrollo de las asignaturas de Anatomía Rumiantes y Monogástricos y de otras relacionadas con Clínica de Especies Mayores como Semiología, Medicina Interna e Internado y Cirugía de Especies Mayores.
Para ello la carrera cuenta con un reconocido cuerpo docente y con equipamiento de vanguardia en los pabellones de Anatomía y Necropsia, además de un box de atención para especies menores y un área de brete o manga para especies mayores, principalmente rumiantes y equinos.
“Uno de los sellos que nos permite desarrollar el contar con este campo clínico propio es la cercanía que logran los estudiantes con sus docentes, quienes los supervisan en todo momento, y con la comunidad, a través de operativos, entre otras actividades”, comenta la académica.
Aprender haciendo
“Las actividades que desarrollamos en el Fundo La Guitarra de Vilcún tienen relación, principalmente, con el trabajo relacionado con especies bovinas y equinas”, cuenta la estudiante de Medicina Veterinaria de la Universidad Mayor sede Temuco, Camila Leal.
“Estamos contentos porque la Universidad se preocupa por los animales y por mantener un espacio que nos permite aprender de manera personalizada, lo que es una enorme ventaja, más en tiempo de pandemia, donde ha hecho todo lo posible para que podamos continuar con el proceso”, agrega.
Por su parte, la estudiante de cuarto año, Isabela Miller, señala que “en el Hospital Clínico Veterinario de Vilcún, además de trabajar con caballos y vacas, se desarrollan asignaturas que cruzan toda la carrera, donde aprendemos a examinar y a trabajar de manera segura con los animales”.
“Aquí nos entregan todas las herramientas y conocimientos para poder desarrollarnos como profesionales que resguarden la seguridad y salud de los animales. Acá le perdemos el miedo al paciente, para manejarlo de una manera correcta y llegar a un diagnóstico correcto”, añade.
Ambas estudiantes coinciden en la calidad del cuerpo docente que las guía, el que está “siempre dispuesto a ayudar, tanto en la parte práctica como teórica”, aseguran. Asimismo, este campo clínico permite la realización de prácticas básicas, intermedias y profesionales, sumando a la formación de los veterinarios UM.