El Centro Referencial Día del Adulto Mayor «Gülamtun» abrió sus puertas en 2018 y gracias a un convenio con Senama la Universidad Autónoma de Chile ha sido responsable hasta la fecha de su operación.
Hasta el mes de marzo cerca de 90 usuarios acudían semanalmente hasta Bulnes 0157 a desarrollar diferentes actividades grupales y atención individual, con el objetivo de retardar su dependencia. Debido a la pandemia este número de personas disminuyó y el equipo de profesionales del centro se vio en la obligación de transformar su trabajo e iniciar un programa de atención domiciliaria y remota con apoyo social y clínico.
Su directora Blanca Perón Castro señaló los servicios hoy se entregan a más de 70 usuarios “en modalidad remota con talleres, atenciones individuales vía telefónica o videollamada, pero también intervenimos en los domicilios debido a que aún las personas mayores están en cuarentena”.
Agregó “nosotros nos encargamos de cubrir las necesidades básicas con alimentación, entregar material de apoyo para actividades en el hogar y potenciar su movilidad, cuadernillos con ejercicios y talleres en modalidad asincrónica, que a través de videos pueden reproducirlos con ayuda de sus familiares en sus casas”.
TURNO A DOMICILIO
María Mireya Martínez Saavedra es una de las personas beneficiadas con la atención. A sus 75 años es la presidenta del club de adultos mayores del Centro DIA y normalmente vive sola, pero hoy sus dos hijos la acompañan debido a que ambos están cesantes.
Ella dice estar feliz “y contenta, porque todos en el centro se preocupan mucho de los abuelos, de nosotros, los invisibles. Yo pensaba que lo éramos, pero ahora me doy cuenta que no. Estoy agradecida y satisfecha porque con mi pequeño sueldo y la ayuda del centro puedo vivir tranquila, sin duda la ayuda de la Universidad Autónoma es reconocida por todos quienes asistimos normalmente al centro Gülamtun”.
Similar opinión tiene Sandra Lazo del Río, quien abre las puertas de su hogar para recibir la ayuda de los profesionales que la visitan. “Yo no había visto institución que tenga la capacidad y el entendimiento hacia las personas que están ahí. Se preocupan prácticamente las 24 horas de nosotros, hasta de los remedios, todos siempre están pendientes de nosotros, por video o teléfono nos dan todas las instrucciones. Todos son muy responsables, desde quien hace el aseo hasta la directora, muy agradecida de la universidad y Senama”.
COMPROMISO
El equipo del Centro DIA está compuesto por 15 funcionarios quienes se organizan en grupos para preparar el material teórico, así como también las canastas con alimentos e insumos básicos de limpieza. Luego enfermera y técnicos en enfermería, nutricionista, trabajador social, psicóloga, kinesióloga, terapeuta ocupacional, fonoaudióloga, manipuladoras de alimentos y personal de servicio se dividen por sectores para realizar la entrega abarcando desde Pueblo Nuevo hasta Labranza cada 15 días.
Felipe Cerda es uno de los técnicos en enfermería miembro del Centro DIA hace más de un año y un fiel testigo de la buena recepción de esta iniciativa. “Los usuarios han sido muy receptivos con todas las indicaciones presenciales y a través de teléfono que les entregan los profesionales, están muy agradecidos de atención que le hemos entregado”.
Junto a Andrea Cabello componen una de las duplas encargadas de entregar las ayudas y recorrer diferentes partes de la ciudad. Para ella esta acción va más allá de lo profesional “pues hay un lazo con los usuarios, cariño, ellos se acostumbran a tu llamado y se preocupan por uno también. Es importante para ellos conversar con alguien más que no sean los de su casa”.