U. Mayor apuesta por la eficiencia energética para combatir la contaminación de Temuco y Padre Las Casas

    No solo permite optimizar el calor de los calefactores en invierno –cualquiera sea el combustible- sino que además permite reducir las emisiones de material particulado fino (PM 2,5) producido por la combustión de leña, un problema presente en Temuco y Padre Las Casas y en una decena de comunas del sur de Chile.

    La Escuela de Ingeniería en Construcción de la U. Mayor viene abordando el tema hace varios años. Más allá del enfoque sustentable que se aplica de manera integral en la carrera, el director Carlos Berner indica que “en el ramo de Diseño Bioclimático y Construcción Sustentable, en cuarto año, los alumnos tocan directamente este tema. Son muchos los que deciden hacer sus proyectos de título sobre esto e incluso debemos dejar fuera algunos”.

    Antoine Dargent y Camila Inostroza son dos de los alumnos de Ingeniería en Construcción que ya completaron esa asignatura. El profesor les planteó cómo aislar determinada construcción indicando ciertos materiales y generar una solución con un costo no muy elevado. “Teníamos que combinar el ahorro energético con el conforto y la salud de las personas”, dice Camila. “Tuvimos que hacer una construcción ´sana´, que no comprometa a quienes viven dentro de la vivienda generaciones futuras”, apunta Antoine.

    La solución planteada por estos dos alumnos fue hecha en base a materiales como fieltro, plumavit, osb, alucobond y fibrocemento, con una terminación exterior que se asimila a la madera.

    En 2016, en Temuco hubo al menos 100 episodios en que se superó la norma establecida para decretar emergencia y preemergencia ambiental. Algo que según Carlos Berner, podría evitarse a partir de viviendas con aislación y el uso de calefactores a leña con el tiraje abierto, ya que se aprovecha la leña y no hay emisión de humo.

    Además, Berner plantea que “al año se gasta un 40% menos en combustible y a pesar de que hay que hacer una inversión en la aislación, esta se recupera en más o menos cinco años”.